El 11 de julio de 1953 llegaron a Costa Rica, procedentes de Nicaragua, las Hermanas que darían inicio a la naciente fundación: La Rda. M. Concepción Riera, delegada general, M. Natividad Girvent, M. Monserrat Malet, Sor Mª Alicia Morales y la Hna. Socorro Torrescasana. Llegaron a la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, traídas por el Rvdo. P. Santiago Núñez.
El Obispo de San José, Monseñor Rubén Odio les dio la bienvenida y les impartió su bendición en la naciente obra. Les expuso las esperanzas que albergaba en su corazón con la llegada de ellas. También los feligreses del lugar las recibieron con mucho cariño y entusiasmo.
8 marzo 1954,
Mons. Rubén Odio Herrera, Pbro.Santiago Nuñez y Hna Natividad Girveni.
Asimismo, compartieron la cena junto a las Hermanas, el Excmo. Mons. Rubén Odio Herrera, Rdos P. Núñez y coadjutor (P. Martínez). Se hospedaron en la casa cural, que estaba amueblada y lista para ser habitada.
Durante los primeros días las Hermanas visitaron varios lugares acompañadas por el Rdo. P. Núñez. Visitaron el volcán Irazú en Cartago, la Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles, Tierra Blanca, en donde se encontraron con una bellísima imagen de la Divina Pastora.
Pero días más tarde, el 21 de julio recibían mediante encomienda desde España, la Imagen de la “Divina Pastora”, destinada para la nueva fundación.
Imagen de la Divina Pastora que se venera en la Comunidad Juniorado
El viernes 24 de julio de 1953, fue un día de “santo ajetreo” y agitación, pues las hermanas ultimaron los preparativos para inaugurar la capillita de la comunidad. Así lo relatan las primeras hermanas en el Diario de la Comunidad:
“el sábado 25 de julio, al ser las 6:00 am, celebró por primera vez en nuestra capillita la santa Misa el Rdo. P. Santiago Núñez Vargas; dejando ya con nosotras a N.S. asistieron algunas personas”.
A los pocos días de su llegada se hicieron cargo de la catequesis de la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe. La Evangelización era primordial, y se deja entrever en el diario de la comunidad. En sus inicios recorrían no solo Guadalupe, sino también comunidades aledañas como: El Carmen, Ipís, Rancho Redondo, etc.
La llegada de las primeras hermanas a esta comunidad estuvo marcada no solamente para atender la catequesis del lugar, sino también para atender el colegio parroquial. Así nos lo documenta Zaragoza, E. (2014 p. 136) “Hablaron con el párroco de Guadalupe, el P. Santiago Núñez y de común acuerdo determinaron que las religiosas se ocuparían de la catequesis y de la escuela Parroquial que se iba abrir”
Las Hermanas Concepción Riera y Mª Alicia Morales tuvieron la primera reunión concernientes al colegio el 04 de agosto junto al P. Núñez y los miembros de la junta administradora. El 22 de setiembre las hermanas recibieron la carta del arzobispado que autorizaba la residencia y la escuela en Guadalupe.
La Primera matrícula para las niñas de Guadalupe que realizaron las hermanas fue del 15 al 30 de diciembre de 1953 y para las niñas de otras parroquias del 04 al 15 de enero de 1854. Esto se efectuó en común acuerdo con la junta administradora del Colegio en la reunión del 17 de noviembre de 1853.
Los cursos de orientación vocacional se abrieron en marzo de 1954. En el proceso de asumir la labor docente en el Colegio, las hermanas buscaron ayuda y orientación en colegios de religiosas que ya estaban operando con normalidad en el país. El 21 de diciembre solicitaron al Colegio María Auxiliadora los programas escolares, igual fueron al colegio de las hermanas Betlemitas a solicitar programas y orientación sobre las clases y métodos regidos por el gobierno. Otro colegio que colaboró en la obra, en cuanto a orientación fue el Colegio de Nuestra Señora de Sión. Los Hermanos cristianos fueron un gran apoyo en cuanto a la información de los textos utilizados en los cursos 1952–1953 en el primer año de secundaria.
Hermana Alicia Morales, primera directora del colegio parroquial Nuestra Señora de Guadalupe.
El 22 de diciembre de 1953 las hermanas recibieron un telegrama de la Delegada General, Madre Concepción Riera en el cual designaba como directora del Colegio a la Hermana Alicia Morales.
Seis meses después, en enero de 1954, llegaron las Hermanas: Leticia Lence González y Pureza Cúdriz; posteriormente, se integraron las Hermanas Pacis Prado y Guadalupe Caldera.
El 8 de marzo se dio la apertura del Colegio con 22 niñas de Primer año de la Primaria y con las 22 adolescentes, matriculadas en Primer año de Bachillerato.
El 13 de marzo de 1954, según lo menciona el Diario de la comunidad, fue la Fiesta de inauguración del Colegio en la cual participó el Arzobispo de San José Monseñor Rubén Odio.
Los datos son los siguientes:
Número de Autorización 103.
Dirigida a: Pbro. Santiago Núñez Vargas.
Ministerio de Educación: Uladislao Gómez Solano.
Por la Oficial Mayor del Consejo Superior del Ministerio de Educación.
Pública: Derna Marchini Taláis.
Nombre oficial del Colegio: “Nuestra Señora de Guadalupe”.
Fecha de apertura: 12 de marzo de 1954.
Niveles: Primaria, Secundaria y Vocacional.
Primera Directora: Hermana Alicia Morales Mora.
Arzobispo que la autorizó: Monseñor Rubén Odio y Herrera, folio 394 # 55 del 12 de setiembre de 1954.
Ubicación: Frente al costado este de la Iglesia de Guadalupe.
El colegio comenzó a funcionar en 1954 con Primer grado, (Primaria), y, Primer año, (Secundaria), con una matrícula inicial de 25 alumnos en cada grupo. También este mismo año se abrió el Internado: la primera alumna interna fue Leda Carvajal. La escuela Vocacional funcionaba por las tareas; 12 alumnos por grupo. Se impartía Corte y confección, Bordado, Tejidos y Cocina.
Mientras el Padre Santiago Núñez, seguía muy interesado en la prosecución de sus planes, adquirió el terreno para el Colegio ubicado en el Barrio Santa Cecilia del Cantón – Goicoechea, hizo elaborar los planes para su pronta construcción, todo parecía que iría viento en popa, por la diligencia en todos los trámites y entusiasmo que se respiraba en el pueblo con relación a la nueva obra Parroquial.
En agosto de 1954, ocurre cambio imprevisto de Párroco, asume el cargo el Pbro. Manuel Quirós hasta noviembre de 1955. En noviembre de 1955 surge otro cambio y recae el nombramiento en el Pbro. Alberto Mata Oreamuno.
El nuevo Párroco, ofrece al pueblo otras perspectivas de trabajo, hacer una Basílica dedicada a Nuestra Señora de Guadalupe. Consideró de más necesidad para la Parroquia, la construcción de una nueva Iglesia que, enfrascarse en la construcción de un Colegio Técnico – Vocacional. Para consecución de su ideal no veía otra alternativa que lotear y vender el terreno destinado al Colegio Parroquial y desligar de una vez a la Parroquia de la responsabilidad del sostenimiento del Colegio y así lo hizo.
En ese lapso las Hermanas discernían si quedarse o no en Guadalupe, ocurrido en los primeros meses de ese año. Próximo ya a la apertura del nuevo curso, la Dirección se apresuró a intervenir para ubicar a las alumnas de IV y V años en los diferentes Colegios de San José que ellas mismas eligieron: Colegio Superior de señoritas, Anastasio Alfaro, Napoleón Quesada, Nuestra Señora de Sión, María Auxiliadora, Sagrado Corazón de Jesús de las Religiosas Betlemitas. Algo muy hermoso de estas alumnas, que siempre estuvieron estrechamente ligadas a su antiguo Centro.
En esos momentos cruciales, de inmediato se presenta la oportunidad de fundar un Colegio igualmente Vocacional en la Parroquia de Nuestra Señora de los Desamparados, parecía ya solucionado el problema, pero los padres de familia de Guadalupe, se movilizaron tan rápido y eficazmente, que, organizados, recogieron firmas, se comunicaron directamente con los Superiores Mayores, gestionando de una u otra forma, no permitieron bajo ningún punto la salida de Guadalupe. Tiempo después se recibió un mensaje de la Superiora General pidiendo a las religiosas que no se movieran de Guadalupe.
Y así, el año 1958 fue muy decisivo para la Congregación porque el Colegio deja de ser Parroquial de Nuestra Señora de Guadalupe y da paso a la apertura del Primer Colegio directamente de la Congregación en Costa Rica. Superando todo lo ocurrido, aceptado como permisión providencial de Dios, las Hermanas afrontaron con fe, valor y serenidad el problema, seguras que todo lo que Dios permite, sucede para algún bien.
El Colegio siguió funcionando en el mismo local, frente al Costado Este de la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, con pago de alquiler del Edificio (Antigua Casa Cural) y abonos mensuales por el costo del mobiliario escolar
Por este cambio de condición, se hizo necesario obtener nuevamente de parte del Estado, el permiso para funcionar como Colegio particular. El cual empezó a funcionar en 1958 con el nombre de “Colegio de la Divina Pastora” teniendo su primera promoción de Bachillerato en 1960.
Como el alumnado crecía en número cada año, el local cada vez resultaba más pequeño, por lo que, apremió a las religiosas a buscar un terreno para construir el propio Colegio que satisficiera las perspectivas de su futuro crecimiento, de mayor amplitud y comodidad para las alumnas.
Cabe hacer mención, la abnegación e interés de las Hermanas Bernardina Zamora Zamora (q. p. d.), Leticia Lence González (q. p. d.) y, Gloria Ramírez González, (q. p. d.) en la búsqueda del terreno que reuniera esas expectativas. Para hacer esto realidad, fue providencial en los planes de Dios, la presencia del Pbro. Benjamín Núñez Vargas (q. p. d.), como Presidente de la Directiva del INVU, quien abogó mucho, por las condiciones de pago y tiempo de plazo para la adquisición del terreno que actualmente ocupa el Colegio Madre del Divino Pastor. Diez años después de la primera fundación el 30 de mayo de 1964 se ponía la primera piedra del colegio actual.
Poco después se organizó un desfile, del Colegio al nuevo terreno del Alto, presidido y amenizado por la Banda musical del mismo Colegio, en el que cada alumno portaba un ladrillo, los profesores dos, como gesto simbólico del apoyo y colaboración de todos los alumnos y personal educativo en la construcción del nuevo edificio. Lo hermoso fue en aquella ocasión, que el pueblo que los observaban, los aplaudían, lo que llenaba de más entusiasmo y gallardía a los que desfilaban.
Pero es hasta el 04 de enero de 1965 que se realiza el traslado total del colegio. El arquitecto encargado de dicha obra fue el Señor Bernardo Monge.
En la primera Graduación realizada en 1960 llegaron para ser religiosas de ésta congregación las alumnas fundadoras Teresita Núñez Vargas y Miriam Rojas Solís. Un año más tarde, llegó Ana María Cubero Quirós y de los siguientes grupos: la nicaragüense Gloria Cerna Martínez que vino a cursar sétimo año, luego se regresó a Nicaragua para incardinarse al colegio de Managua.
El 04 de enero de 1972, la Hna. Alicia Morales, directora, realiza la solicitud de cambiar el nombre al colegio de “Divina Pastora” a “Colegio Madre del Divino Pastor”.
Se vio en la necesidad de bajar la mensualidad para permitir que más niñas llegaran a la Institución. Por ello se dirigieron al Ministerio de Educación para solicitar la subvención. Cabe mencionar que este modelo de educación inició por solicitud del mismo Gobierno que, ante el incremento demográfico y las limitaciones del Ministerio de Educación en los años 60-70, recurrió a las congregaciones religiosas para que abrieran sus aulas para educar a los futuros profesionales del país.
Dicha solicitud se aceptó y se creó la norma presupuestaria Nº 41, mediante la cual aprobó el pago de la planilla de profesores. Con facilidad el Colegio aumentó un 70% el número de sus estudiantes.
El Lic. Antonio Jacob Habbit, Diputado de Guadalupe en ese período, ayudó mucho en la realización de ese proyecto.
En el año 1973, se cerró el Internado, una alumna interna por muchos años que dejó gratos recuerdos en la Institución fue Judy Hutton, de nacionalidad norteamericana. El Colegio en su Organización interna mantuvo durante el tiempo que fue privado una sola Directora para Primaria y Secundaria. Al hacerlo Semi – oficial se vio la necesidad de tener una directora para Primaria y otra para Secundaria como se mantiene en la actualidad.
En el 2004 con mucha alegría y entusiasmo las hermanas junto a todo el personal del colegio, estudiantes, profesores, exalumnos y personas allegadas a la institución, celebraron los primeros cincuenta años de la llegada de la Congregación a Costa Rica. A esta actividad cabe resaltar que tuvieron el privilegio de contar con la presencia de uno de los más grandes bienhechores de la obra, el Padre Santiago Núñez y la primera directora Hna. Alicia Morales.
Celebración 50 Aniversario del Colegio madre del Divino Pastor , Santiago Núñez y la primera directora Hna. Alicia Morales
A la actividad celebrada el 12 de marzo asistieron los Heraldos del Evangelio quienes presentaron una hermosa obra de teatro. En esta ocasión se coronó a virgen de Fátima.
La directora en Secundaria era la Hna. Miryam del Socorro Fonseca Pérez a quién se le dedicó la celebración y se le obsequió una placa por su ardua labor en el Colegio.
En la actualidad el Colegio Madre del Divino Pastor, cuenta con una matrícula de 1322 estudiantes desde Kínder a Undécimo año.
Esta parte histórica se concluye, reconociendo el sello de Dios en esta obra apostólica. Jer. 17:
“Bendito quien confía en el Señor y pone en El su confianza. Será como el árbol plantado a la orilla de un río, que junto a la corriente echa raíces, cuando llega la sequía no lo sentirá, su hoja estará verde, no se inquieta, no deja de dar fruto”.
ANÉCDOTA
¨Soñé que nos íbamos y en el sueño me preguntó la Madre Bernardina ¿dónde está tu manto? Me regreso a la iglesia a buscar mi manto y allí estaba y cuando mire hacia arriba al camerín de la Virgen, ella se agachó me miró y abrió sus brazos y me dijo ¡ajá!, ustedes no se van, son mías yo les he traído para que me cuiden mis niños de Guadalupe, la quede viendo y me desperté llorando pues no podía hablar, fue para mí un mensaje muy bueno¨.
Hna Gloria Ramírez (q.p.d)
Referencias
Primer diario de la Comunidad de Hermanas Capuchinas MDP. (09 de julio de 1953- 26 de abril de 1954). Archivo comunidad Juniorado Costa Rica. Zaragoza, E (2014) Historia del Instituto de Hermanas Capuchinas de la Madre del Divino Pastor II (1971 a 1982). Publicaciones de L`Abadia de Montserrat. España.